jueves, 24 de marzo de 2016

Comunidad Blogger Venezuela - Cap. 1


Una mezcla de nervios y emoción me asaltaban esa mañana, combinado con un poquito de miedo, claro está. Mientras buscaba qué ropa usaría me cuestioné si sería lo mejor hacer esa locura. Tenía ese presentimiento que algo malo pasaría. Qué tonta me sentía. Solo era una reunión con un par de chicos como yo, ¿qué es lo peor que podía pasar? Me reí, generalmente en las historias esa pregunta solía traer cosas muy malas. 

Con 21 años ya tenía 4 años escribiendo, muy poco comparado con otros escritores que conocía. Un hobbie descubierto tardíamente que me proporcionaba mucho placer, pronto se convirtió en un sueño. Me veía a mí misma haciendo eso por siempre, publicando libros quizás. Empecé a estudiar Letras como parte de ese sueño, más adelante abrí un blog. Pero había una gran pared impidiéndome avanzar. Ese impedimento era yo, o más bien mis inseguridades. Mantuve el blog oculto al público casi 2 años antes de atreverme a dejar que alguien más viera lo que muchos llamarían un talento. Para mí nunca era suficiente. Así fue hasta el año pasado, una voz dentro de mí me dijo ¡Basta! Hice visible el blog y comencé a tomarlo como algo serio. La inseguridad seguía allí pero tenía una nueva motivación que hasta ahora no conocía.

- Kéllyta, ¿tú no tenías que salir? – Escuché la voz de mi madre sacándome de mis pensamientos.
- ¿Qué hora es?
- Las 11, ya es tarde.

Solté una grosería antes de apresurarme. ¿Por qué me costaba tanto ser puntual? Comencé a hacer cálculos mentales. Tenía que estar en Caracas a la 1, si salía ya podía llegar a tiempo. Solo me faltaba peinarme. Bueno, saliendo en treinta minutos solo llegaba un poco tarde nada más. Soy un desastre.

Cuarenta y cinco minutos después, tras una revisión en el espejo, decidí que mi aspecto no me molestaba tanto. Me despedí de mi madre con un beso y salí corriendo, vivir en San Antonio era muy tranquilo pero ir a Caracas siempre se sentía como una carrera contrarreloj, de allí mi relación amor-odio hacia la ciudad donde vivía. La fortuna estaba de mi lado, sin embargo, no había tráfico y el camino se hizo rápido. Debe ser el día, me dije. Las calles estaban bastantes vacías pero siendo domingo podía entenderlo. Hasta el metro decidió ir rápido, qué suerte. 

A la 1:05 pm ya estaba en la entrada del Parque del Este (Parque Miranda, corrigió mi mente). Se supone que allí nos debíamos reunir, ¿y si nadie venía? Me sentía bastante tonta viendo a todos lados, hasta que encontré lo que buscaba, unos jóvenes alrededor de un cartel que decía “Reunión de Bloggers 2016”. 

Vamos, no es como si te fueran a comer. 

Me acerqué a ellos con mi mejor sonrisa, podía sentir el rubor en mi cara. 

Ojalá no lo noten. ¿Qué tengo que decir?

- Hola, hola, ya llegué, no esperen más. 

Eso, un chiste malo para comenzar, perfecto.

Una chica se me acercó; era un poco más baja que yo, de tez pálida, grandes ojos negros y cabello corto oscuro. No era muy buena con los rostros pero la reconocí de la Comunidad de Bloggers venezolanos en Facebook. Por su ropa y aspecto podía pasar por una chica gótica. Se vestía bien. Me miró un poco seria, como evaluándome. 

¿Por qué me mira así? ¡Qué pena! No me veo tan mal.
 
Parecía decidir si saludarme o no. Después de aparentemente aprobar su examen, adelantó su mano.

- Oh sí, al fin llegó nuestra salvación – dijo, sarcásticamente. – Menos mal nadie necesitaba algún antídoto porque alguien estaría muerto.
- Solo llegué ligeramente tarde. – Respondí, mitad en broma y mitad en serio.
- Entonces alguien estaría ligeramente muerto.
- Como dices, agradezcamos que no me tocó traer antídotos – Estreché su mano y sonreí, me sentía mejor bromeando, ayudaba a entrar en confianza. – Mucho gusto, soy Kéllyta. – Completé un poco más seria.
- Hola, me puedes decir Hanna. Ven, ya casi estamos todos. No eres la última en llegar. Vamos a dar 10 minutos más y empezamos. – Nos acercamos al pequeño grupo que había reunido – Chicos, ella es Kéllyta, como ya les dije más adelante nos presentaremos todos debidamente.
- ¿Ya o todavía faltan más impuntuales? – Pude escuchar a alguien murmurar.

Alguien anda de mal humor, tampoco fue tanto tiempo.

Justo como sospeché, esa chica tenía cierta aura de líder. No por nada la iniciativa de reunirnos hoy había sido de ella. Me uní a los demás tras un breve saludo. Todos los nervios que había perdido hablando con Hanna habían regresado, estar rodeada de muchas personas me atemorizaba. 

- ¿Kelly? – Una voz, masculina, me hizo pegar un brinco. – Tranquila, tranquila, soy John, ¿recuerdas? Me dijiste que viniera. Perdón por asustarse, es que eres la única que conozco de los que están acá, te reconocí por tu foto.

Me voltee y me encontré con un chico más bajo que yo, de complexión un tanto musculosa. Sus ojos eran bastante verdes, cabello castaño oscuro y su piel tostada.  A diferencia de él, yo nunca lo había visto en fotos. Con el entusiasmo del día ni siquiera me había molestado en confirmar su asistencia. Habíamos interactuado frecuentemente en nuestros blogs ya que, como el mío, el suyo también tenía un estilo narrativo un tanto oscuro.

- Luces como si te fuesen a hacer algo terrible, deberías relajarte mujer. – Bromeó.
- ¡Qué malo! Es que las multitudes me alteran.
- ¿Multitudes? ¿Has mirado alrededor? Estamos en el Parque Miranda, un domingo, y esto está vacío. Casi somos los únicos. Quizás la señorita Hanna armó todo esto para secuestrarnos como ha secuestrado a toda Caracas.

Una alarma en mi cabeza empezó a sonar, ya había visitado este parque antes un domingo y era cierto. La gente venía aquí con sus hijos los domingos a hacer deportes y recrearse. Empecé a hacer memoria, la camioneta en la que bajé tardó bastante en llenar pero lo atribuí al día, así como la poca gente en el metro. 

No hay que ser paranoicos, es domingo y es perfectamente normal. La gente escogió estar hoy en casa. 

John empezó a reír.

- Debiste ver tu cara, bájale a tus nervios, solo bromeo.
- Ja ja, no me simpatizas. Me debes una.
- No deberías bromear con eso – nos interrumpió una voz a nuestro lado, con un toque de acento de los Andes – ¿Te imaginas que hoy se formara alguna protesta?

Me sorprendió un poco el comentario, tan directo. Hice memoria a ver si recordaba a la chica pero no se me hacía familiar. Por la mirada de John, él tampoco la reconocía. Usaba lentes, tenía el cabello castaño liso y piel clara. Lo que más llamaba mi atención era su rostro, lucía como el de una chica muy joven, el que estuviera comiendo chocolate no ayudaba. ¿Acaso tenía ya 18 años?

- Intentaba romper el hielo, solo es un día tranquilo y ya – respondió John después de sacudirse la extrañeza.   

La chica lo ignoró, o más acertado sería decir que se distrajo con su dulce. Empezó a llegar un poco más de gente, reclamando nuestra atención. Hanna finalmente alzó la voz para sugerir que entráramos al parque. Como si de una orden se tratara, empezamos a andar. Una chica corrió hacia nosotros.

- ¡Ya va! ¡Espérenme! – Se había quedado sin aliento la pobre, me recordó a mí cada vez que llegaba a un lugar tarde.
- Hola Génesis, ¿qué pasó? ¿Te perdiste? Me tenías un poco preocupada – le dijo Hanna, al parecer ya se conocían.
- Fue culpa del metro, tenía retraso, no sé qué pasaba. Ustedes los caraqueños son muy valientes. 

Finalmente entramos al parque, la idea era compartir una comida y conversar del mundo blogger y de cada uno. Yo esperaba formar nuevas amistades entre esa gente con la que compartía algo en común, el amor por la escritura y los libros. Escogimos un sitio donde había una porción grande de grama para sentarnos en círculo, algo alejados de todos, protegidos por una colina de miradas curiosas. Hubo un par de personas que pusieron mala cara pero se sentaron también, refunfuñando. ¿Qué parte de “parque” no entendían? Quizás esperaban sillas cubiertas de terciopelo. Yo no puse objeciones y me senté sin más.

Fashion bloggers, seguro. 

- Ahora que estamos aquí, bienvenidos oficialmente a la primera Reunión de Bloggers. Yo soy Hanna, como todos ya saben, de “Hanna Blog”. Me gusta mucho leer y tomar fotos, con mi blog deseo hacer llegar el amor por la lectura a todos los jóvenes como nosotros. ¿Qué les parece si cada uno se va presentando y haciendo una pequeña descripción de su blog?

Oh no, presentarme. No me gusta cómo suena eso. 

Aparentemente, como yo, ninguno encontraba atractiva esa idea, o simplemente no deseaban ir primero.

- Me hubiesen dicho que ya se conocían todos y no hacíamos esta reunión, podemos irnos entonces.
- Baja un poco tu sarcasmo Hanna que van a creer que eres un ogro – dijo un chico, su acento delataba que era del estado Zulia.

Afortunadamente eso bajó la tensión y todos nos reímos. El mismo muchacho que comentó eso se levantó. Era muy alto, pero aparte de eso, su aspecto era “común”, ojos y cabello castaño corto, delgado. 

- Voy yo primero, para que dejes de quejarte. Hola, hola. Mi nombre es Alan, mi blog es “Tinta nocturna”. En él hay libros, hay cine, hay historias, hay música. Y no sé qué más quieres que digamos, esto parece reunión de AA. – Se sentó de nuevo.
- Con respecto a eso de música, ya te dije que hay que revisar tus gustos. – Le molestó Hanna, haciendo comillas con la palabra música. 

Yo no terminaba de agarrar suficiente ánimo para presentarme, distintas frases graciosas me pasaban por la mente y ninguna me convencía. Dejé que otros tomaran mi lugar. Entre una de esas personas le tocó a una chica bajita y delgada, morena de piel. Era de las que tenía mala cara cuando nos tuvimos que sentar, ahora portaba una sonrisa enorme. 

¿Tendrá doble personalidad?
 
- Yo soy Betty, tengo poco tiempo en este mundo de los blogs. Descubrí lo divertido que era leer y eso me llevó a abrir “El amor a un libro”. Soy del estado Vargas. Mi color favorito es el fucsia. ¡Y ya! 

Una vez alguien me dijo que me creía diferente por leer, cuánto me gustaría mostrarle la cantidad de personas que disfrutan de ese hobbie como yo. Cualquier mal presentimiento de la mañana, ahora lo había olvidado por completo.

John me dio un pequeño golpe y regresé al mundo real.

- Después de mí vas tú, prepárate.
- ¿Cómo?

Se levantó, aclarándose la garganta. Tenía un aspecto serio y tranquilo.

- Buenas tardes, mi nombre es John, pero hay demasiados John en el mundo así que prefiero Serazor. Mi blog se llama “La Mitología Serazor” y en él escribo casi cualquier cosa que me venga a la mente, por lo general cosas que pueden causar ganas de fumar un cigarro mientras escuchas las canciones que le dedicaste a tu ex. Ella es Kéllyta, ¿verdad? – Me señaló y yo me sonrojé, aún no estaba preparada pero ahora todos me veían así que me paré.
- Sí, yo soy Kéllyta. Hola. Me daba miedo venir porque creí que me secuestrarían. – Me reí nerviosa, un par de risas me acompañaron, apoyándome – mi blog es “The Girl with the Fairy Tattoo”, escribo relatos y reflexiones de la vida. Eso, sí.

Me senté rápido, suspirando. Lo peor ya había pasado, creí. Me concentré en seguir escuchando las presentaciones.

- Creo que me toca, soy Génesis y vengo de un poco lejos, de Maracaibo. Es mi primera vez en Caracas. Como a muchos acá también me gusta leer y en mi blog hago booktags, reseñas y cosas relacionadas con libros o cine. – Era la chica que había llegado de última, me agradaba su aspecto, parecía una persona sencilla y agradable. Una parte de mí, esa que era intuitiva, sentía que se mostraba distante - ¡Ah sí! Mi blog es “Ojos soñadores”.

Todavía faltaban varias personas, sentí que cumplía una meta personal al no ser la última en ponerse de pie. Es verdad que había sido presionada por John, pero era un inicio alentador. Noté que la chica del chocolate aún no se había levantado, quizás necesitaba un empujón como yo.

- Buenas tardes, me llamo Gisselle. Me gusta mucho la música, toco el clarinete. Mi blog es “Una Travesía Literaria” porque sí, me gusta leer. Soy de la ciudad que protagoniza Oficina Nro. 1, de Miguel Otero Silva, El Tigre. – A medida que iba avanzando, hablaba cada vez más rápido, quizás producto de la emoción.
- Hey, tú, ¿no te vas a presentar? – No pude evitar acercarme a ella, por lo que lograba observar solo faltaba una o dos personas más.

Me vio, como si despertara de un sueño, y me sonrió. Por respuesta lo único que obtuve fue verla levantarse.

- Hasta ahora todos me han caído muy bien, aunque algo me dice que él es muy mayor para estar con nosotros y tampoco se ha presentado – dijo señalando a un joven – yo soy Jessy, de La Victoria, mi blog es “Viajemos entre páginas”. 

Para ser justos, sí luce un poco mayor.

Todos nos quedamos en shock mientras ella se sentaba, como si nada. Sin saber qué decir, pasó un segundo hasta que una risa rompió la tensión.

- Un poco muy honesta, ¿no? Creo que acabo de ganar el premio a la mejor introducción. – Era el no-tan-joven en cuestión. Un poco más alto que Alan, con lentes y una barba descuidada que quizás era la culpable de su aspecto “mayor” – Mi nombre es Ramón, tengo 25 años así que no soy tan viejo, ¿ok? Como Jess, soy de Aragua. No tengo blog pero también me gustan los libros y he pensado abrir uno. 

Así que el malhumorado de antes eras tú, intruso.

Al finalizar las presentaciones comenzaron las distintas actividades que se traían preparadas. Entre algunos juegos para romper el hielo, lecturas conjuntas, trivias, debates y otros pronto se nos hizo las 3 de la tarde. La estaba pasando muy bien. El parque cerraba a las 4:30 y a esa hora planeábamos irnos. Lo último en la agenda era el compartir de comida. Distintos grupos se dispersaron, mucho más cómodos. Por algún motivo Hanna, Génesis, John y yo terminamos juntándonos. 

- ¿Y si vamos al cine? – Comencé a decir – Podemos decirle a todos y que vengan los que estén interesados, aún es temprano y...

Algo interrumpió mis palabras, un grito. Todos nos pusimos alerta, alarmados por la súbita perturbación. 

- Eso no ha sonado como alguien pasando un buen rato en el parque – dijo John sin perder su habitual sarcasmo, pero sin burla.
- Para nada, quizás deberíamos ir a ver – sugirió no muy convencida Génesis.
- Tal vez alguien se cayó, vamos. – Sentenció Hanna llevando la delantera.
- Hey, espérenme, no es seguro – Ramón se acercó, tomando a Hanna por la muñeca para colocarse al frente. 

La seguimos a pesar que el miedo aceleraba nuestros corazones, por mucho que lo intentáramos ocultar. Ese grito tampoco parecía el de alguien cayéndose. Lo que vimos al terminar de subir la colina, que nos separaba del resto del parque, nos heló la sangre. Estuve a punto de gritar de no ser por la mano de John tapando mi boca. Era una persona. Y entre sus manos se encontraba la cabeza de lo que antes había emitido un grito, una mujer. 

Alguien jaló mi camisa, corrí con la mente nublada. Imposible, repetía la voz en mi cabeza una y otra vez. Sin querer había empezado a llorar. Algo en mí sabía que esto no era un sueño. Peor aún, algo dentro de mí presentía que todo esto pasaría. Nadie nos iba a creer, era todo lo que podía pensar mientras llegábamos al grupo de bloggers con el que felizmente nos habíamos reunido. ¿Qué íbamos a hacer ahora?

16 comentarios:

  1. "Fashion bloggers! Jajajajajaja como me hiciste reir con eso. Creo que ya te lo dije. La narración es fluida y muy divertida de leer. Además del honor de ser citado en tu historia, por eso te debo un muy grande. Excelnte, Kellyta :3

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    1. Gracias John, ¡por pasarte a comentar! Ojalá nadie crea que tengo algo contra los Fashion bloggers jajaja

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  2. Simplemente, genial. ¡No dejaré de decirlo!

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    1. ¡Se hace lo que se puede! ¡Agradezco tu comentario!

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  3. ohhh genial!! me ha encanto el relato ! :D buenisimo!!

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    1. ¡Gracias, gracias! A mí me encanta escribirlo y espero seguirlo pronto.

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  4. Llego tarde a los comentarios!!! me esta gustando como va todo me muero por leer el segundo cap. y estoy muy entusiasmada de aparecer en tu historia :3

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    1. Nunca es muy tarde, ¡bienvenida! A mí me entusiasma contar con tantas personas pendientes de este proyecto que espero cada día crezca un poco más.

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  5. Wow! Tambien sois dw Venezuela?
    Me gysta la idea de tu "reality shou" y mas la trama en la que se esta desarroyando. Me gusta!
    Pero mas me gusta la idea de que una reunion asi se hiciera, si los Youtubers pueden, poeque los Bliggers no? XP

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    1. ¡Sí vale soy venezolanísima! Gracias por tu comentario a mí también me gustaría mucho una reunión así (sin el giro final, claro está jaja)

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  6. Holaa
    ya sabes que me gusto mucho n.n
    esta entretenido y divertido, ya quiero saber que pasa xD
    Escribes genial ;)

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    1. Gracias Génesis, ¡es un placer contar con tanta gente como tú para darle vida a esta historia!

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  7. Que emoción... esto pinta a que se van a comer a todos :D
    XD es coto... me encanta la situación, ya quiero ver como Bloggeros salen de esta :D

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    1. Jaja siempre me imaginé que yo sería la primera en ser comida por un zombie, ¡no pinta bien para mí!

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  8. ¡Vaya! Me he llevado una grata lectura con este relato, Kéllyta, manejas bien la narrativa haciéndola agradable y ligera. Además, lo dejas a uno con ganas de saber que pasa con ese recurso del cliffhanger que usas al final. Felicitaciones! Espero poder seguir leyéndote; si la parte autobiográfica que compartes en el relato tiene algo de realidad, entonces aparte de coterraneos, somos cuasi vecinos, no siempre puede uno encontrar a alguien que escriba y esté cerca, casi toda le gente que conozco son de otros países, jajaja. Esperaré con impaciencia el desarrollo de esta nueva historia tuya, ya me suscribí acá a tu blog y te agregué a mi cuenta de G+, espero también puedas agregarme y seguir mi blog. Besos!

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    1. ¡Vecino! Tu comentario me ha sacado una enorme sonrisa, es bueno saber que no hago tan mal lo que me gusta. ¡Pronto estaré actualizando esta historia!

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